El invernaje de una piscina es un proceso fundamental para protegerla durante los meses de frío y garantizar que esté en óptimas condiciones cuando vuelva la temporada de baño. Sin embargo, muchos propietarios cometen errores en el invernaje que pueden causar daños en la estructura, el sistema de filtración o el equilibrio químico del agua. Para evitar problemas costosos y garantizar una reapertura sin complicaciones, es importante conocer los errores más comunes y cómo corregirlos.
Uno de los errores más frecuentes es no ajustar los niveles de pH, alcalinidad y dureza del agua antes de cerrar la piscina. Si estos parámetros no están equilibrados, el agua puede volverse corrosiva o propensa a la formación de incrustaciones, dañando las superficies y los equipos. Antes de invernar la piscina, es recomendable realizar un análisis del agua y ajustar los niveles de químicos para mantenerla en condiciones óptimas durante todo el invierno.
El simple hecho de tapar la piscina no garantiza su correcta conservación. Muchos propietarios omiten el uso de productos específicos para el invernaje, como los alguicidas y los invernadores, lo que puede provocar la proliferación de algas y bacterias. Estos productos están formulados para mantener el agua limpia y evitar la formación de depósitos en las paredes y el fondo de la piscina. Aplicarlos en la dosis adecuada es clave para un mantenimiento exitoso.
El uso de una cubierta de invierno es esencial para evitar la acumulación de suciedad, hojas y escombros en el agua. No utilizar una cubierta adecuada o dejar espacios abiertos puede dar lugar a contaminación, evaporación y crecimiento de microorganismos no deseados. Para una mayor protección, se recomienda elegir una cubierta resistente, bien ajustada y diseñada específicamente para soportar las condiciones climáticas adversas del invierno.
Un error común es descuidar el sistema de filtración antes de invernar la piscina. Si los filtros, bombas y tuberías contienen residuos o agua acumulada, pueden deteriorarse con el frío y las heladas, generando daños costosos. Es recomendable limpiar a fondo el filtro, vaciar las tuberías si es necesario y asegurarse de que todos los componentes estén en buen estado antes de cerrar la piscina.
Aunque la piscina esté en invernaje, es importante realizar revisiones periódicas para asegurarse de que el agua no se haya deteriorado. Ignorar este paso puede derivar en la aparición de algas, incrustaciones o un desequilibrio químico que hará más costosa la puesta a punto en la siguiente temporada. Un control mensual, acompañado de ajustes en los productos de invernaje si es necesario, ayudará a mantener el agua en condiciones óptimas.
Preparar correctamente la piscina para el invierno es esencial para evitar daños y facilitar su reapertura en la temporada de baño. Equilibrar el agua, aplicar productos adecuados, cubrir bien la piscina, revisar el sistema de filtración y hacer controles periódicos son claves para un invernaje exitoso. Evitar estos errores no solo prolongará la vida útil de la piscina, sino que también ahorrará tiempo y dinero en su mantenimiento.
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