La hidroterapia es una técnica que ha sido empleada desde tiempos inmemoriales para el tratamiento de diversas dolencias. Esta es una práctica que te puede aportar todo tipo de beneficios y, si tienes una piscina, hacerla desde la comodidad de tu hogar.
A continuación, te contaremos lo que debes saber sobre la historia, usos y beneficios que tiene este tratamiento para la salud.
Aunque ha ido adquiriendo más y más popularidad en la actualidad, la terapia acuática no es una técnica nueva. De hecho, existen registros de sus propiedades curativas por parte de los antiguos egipcios, persas, hindúes, chinos, entre otros.
La hidroterapia (conocida también como fisioterapia en el agua) consiste en la utilización del agua como un método terapéutico para el tratamiento de diversas enfermedades. Esta puede ser empleada en sus diversos estados y temperaturas.
La hidroterapia se emplea en la fisioterapia, naturopatía, balneoterapia y en la medicina. Se puede practicar en piscinas, balnearios y saunas.
Existen inmensos beneficios del agua para tratar todo tipo de enfermedades que, a través de la técnica de la hidroterapia, puedes aprovechar. A continuación, te explicamos algunos de ellos:
La terapia del agua es muy efectiva en la rehabilitación física. Esto se debe a que estimula la movilidad del paciente y genera una presión leve en las articulaciones. Esto favorece la movilidad y la recuperación muscular y ósea.
El uso de la hidroterapia para fortalecer el equilibrio y la coordinación es sumamente efectivo por las propiedades estimulantes del agua. Todo esto es posible gracias a los efectos dinámicos y mecánicos del agua, especialmente útiles cuando se emplea en terapia.
No solo existen beneficios del agua para tratar una enfermedad, sino que esta es capaz de ayudarnos a mejorar nuestras capacidades físicas. En el caso del sistema respiratorio, puede fortalecerlo.
El agua es capaz de dificultar la inspiración, para poder así fortalecer la espiración estimulando y fortaleciendo los músculos respiratorios. De esta manera, mejora la capacidad del sistema respiratorio y resistencia de los pacientes.
Por estas razones, los médicos recomiendan ejercicios como la natación a pacientes con asma, así como a algunos deportistas para complementar sus entrenamientos en otras disciplinas.
Otro de los beneficios del agua es que puede utilizarse para el tratamiento de enfermedades psicológicas. El agua puede reducir la tensión muscular ocasionada por el estrés, la ansiedad y otros trastornos emocionales perjudiciales para la salud.
Estos trastornos de la salud mental pueden derivar en enfermedades físicas a largo plazo, tales como los trastornos cerebro-vasculares o las enfermedades cardíacas. La actividad física leve en el agua puede restituir la movilidad muscular, propiciando un mejor descanso y eliminando la tensión acumulada.
Estudios realizados por especialistas como García, Martínez y Espejo demostraron que la terapia acuática puede ayudar a sanar dolencias de pacientes en rehabilitación. El agua tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias debido a su efecto vasodilatador y miorrelajante. Estas características propician la reducción de la inflamación y el dolor al estimular la circulación sanguínea.
La hidroterapia es muy positiva para los pacientes. Sin embargo, hay algunas situaciones en los que debes consultar a tu médico. En ese sentido, la hidroterapia está contraindicada en estos casos:
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