¿Te ha pasado que has estado en contacto con una piscina y te sorprende su suciedad? ¿O por el contrario te has preguntado cómo la mantienen limpia? ¿No sabes cuál es el mejor método de limpieza para tu piscina? ¡No te preocupes! En este artículo aprenderás sobre el uso de un tratamiento que en los últimos años ha ganado gran popularidad, la cloración salina. Una forma práctica, sana y económica de usar sal para la piscina en lugar de la tradicional cloración química.
De hecho, el uso de sal para la piscina parece que está a punto de superar a la cloración química, la cual hasta hace poco era el método favorito para mantener las piscinas. Sin embargo, se ha demostrado que la cloración salina tiene muchísimas más ventajas. ¿Quieres conocerlas todas? ¡Sigue leyendo!
La cloración salina es un proceso que ayuda a eliminar microorganismos que se almacenan en las piscinas y generan mohos, algas o bacterias; de esta manera, se evita su propagación al controlarlos o eliminarlos. Asimismo, el uso de sal para la piscina puede ser beneficioso para la salud de las personas que la utilicen.
Este proceso ha ganado grandes seguidores debido a que evita usar químicos, los cuales en algunos casos son causantes de alergias o enfermedades en la piel y el cabello.
La cloración salina es un método sencillo que consiste en agregar alrededor de 5kg de sal por cada metro cúbico de agua. Por otro lado, se necesita hacer uso de un clorador salino que realice el proceso de electrólisis. A través de este sistema se controla y monitoriza la cantidad de sal que necesita la piscina. Este sistema está equipado con una célula instalada en el circuito de retorno y contiene unos electrodos que evalúan la producción del cloro.
Su mantenimiento es muy fácil, porque al ser un proceso prácticamente automático, el clorador salino añade la sal al agua sin problemas, entre una y dos veces a la semana. Salvo aquellas excepciones donde el agua de la zona tenga altos niveles de cal o caigan constantemente hojas de los árboles u otros agentes externos en las piscina.
Ahora bien, los elementos liberados en al agua de la piscina son hidróxido de sodio, comúnmente llamado sosa (NaOH), hidrógeno (H) y cloro (Cl)… ¡Diametralmente opuestos a los elementos liberados por la cloración química! De tal manera que al usar la sal para la piscina los niveles de pH deben estar entre 7 y 7,4 y en el caso del cloro entre 0,5 a 3ppm. Todo esto con la finalidad de mantener el agua saludable.
Uno de los principales beneficios de la cloración salina frente a la cloración química es que es un proceso muchísimo más amigable con el medioambiente, debido a que la sal es un antiséptico natural y evita la liberación de gases contaminantes en la atmósfera. Asimismo, permite reducir significativamente el número de accidentes causados por el contacto con compuestos tóxicos que pueden llegan a causar alergias, lesiones y enfermedades graves.
En algunas ocasiones, los niveles de cloración química puede ser elevados, llegando a provocar alguna molestia en las personas que hacen uso de la piscina. Por el lado contrario, al usar sal para la piscina, el agua no queda salada, ni pegajosa, ni siquiera hay rastros del uso de este compuesto. Lo que hace que se pueda disfrutar plenamente de la piscina.
El ahorro de dinero se añade a la lista de beneficios que tiene el uso de sal para la piscina, ya que varios kilos de sal suelen ser suficientes hasta para un año completo de cloración salina. Además, gracias a que es un producto bastante común se puede encontrar en casi cualquier establecimiento a un precio muy asequible. ¡Así se queda atrás la desconfianza de algunos de tener su propia piscina en casa por los costes del mantenimiento!
Por otro lado, el clorador salino es un aparato muy seguro, ya que utiliza una batería de 12 voltios como máximo. Así que prácticamente no existen riesgos, siempre y cuando se use de forma correcta y se mantenga alejado del contacto con los niños.
Como hemos dicho antes, la cloración salina es generosa con la salud de la piel, ya que libera en el agua sus propiedades medicinales e incluso el yodo en la sal para la piscina puede mejorar tu bronceado y por si fuera poco, no genera irritación en los ojos ni las mucosas.
Otro de los grandes beneficios de la cloración salina es que se disminuye el sabor y el olor a cloro en las piscinas. ¡Y tu ropa de baño no se va a desteñir! Esto es algo que solo pasa con la cloración química por ser excesivamente fuerte. Finalmente, la sal para la piscina se convierte en el mejor aliado para el mantenimiento de las mismas porque hace posible dejar de usar químicos.
Su larga lista de beneficios hace que la cloración salina sea una excelente opción para mantener limpia la piscina. Lo mejor es que este método puede ser aplicado de una forma muy sencilla, ya sea en piscinas residenciales o en aquellas que son de uso público. Como plus debemos mencionar que ayuda a proteger los sistemas de abastecimiento de agua potable de enfermedades infecciosas.
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