La aparición de algas en la piscina es uno de los mayores quebraderos de cabeza cuando llega el verano. Las altas temperaturas favorecen su desarrollo y, en cuanto asoman, observaremos que el agua se vuelve turbia y con aspecto sucio, incluso aunque la hayas limpiado recientemente. ¿Cómo combatir esto? Lo primero es conocer los tipos de algas que hay, para saber así de qué manera podemos prevenir su proliferación y eliminarlas correctamente.
Las algas son organismos vivos e incluso beneficiosos, pues producen oxígeno. Sin embargo, esto que está genial cuando se trata de estanques, ríos y lagos u otros parajes naturales, pero no lo es tanto cuando salen en nuestra piscina. De hecho, el verdín hace que el agua parezca sucia y aparece la piscina con manchas.
Lo peor de las algas es que se reproducen rápidamente, por lo que es fundamental actuar contra ellas de inmediato para que, en cuestión de días, no conviertan tu piscina en algo parecido a un pantano.
Hay hasta cuatro tipos de algas, que se crían en diferentes condiciones climáticas, por lo que es fácil encontrarlas en las distintas partes de la piscina, como las esquinas, en las zonas más expuestas al sol o más resguardadas en la sombra. Vamos a verlas.
Son las algas en las piscinas más comunes, que comienzan como esporas y en poco tiempo invaden cada rincón quedando muchas veces flotando sobre la superficie del agua e incluso en las cubiertas.
Las algas amarillentas son más frecuentes en las zonas de sombra de la piscina, como las esquinas y, especialmente, en las paredes cuando son oscuras.
Las que hemos visto anteriormente sí son algas, mientras que las llamadas algas azul-verde o alga negra, son más bien cianobacterias. La suerte es que son poco habituales, sin embargo, una vez que salen son muy difíciles de eliminar pues, además, son resistentes al cloro.
De nuevo estamos ante un organismo que es conocido popularmente como “alga” pero no lo es. Es muy importante evitar que salgan y eliminarlas de inmediato. Las encontramos en superficies hechas de PVC puestas en la sombra.
Como has podido comprobar, las algas son una de esas plagas en la piscina que conviene tener bajo control. ¿Es posible esto? Sigue leyendo.
Prevenir es mejor que curar, también cuando se trata de nuestras piscinas. Por eso, para tener la piscina limpia, será necesario llevar a cabo un mantenimiento constante y actuar con rapidez ante el más mínimo indicio de algas de cualquier tipo. Analizar el pH de la piscina, el cual debe situarse entre 7.2 y 7.6. Un desajuste de los niveles de acidez del agua creará las condiciones perfectas para el desarrollo de algas.
Además, cambia el agua regularmente y mantén los filtros funcionando, para que el agua no se quede estancada, lo cual, dará lugar al verdín en la piscina.
También será útil colocar una cubierta, cuando la piscina vaya estar sin uso un tiempo, pues así evitaremos la luz solar, que es la causante, entre otros factores, de que nazcan las algas.
Entre las labores de mantenimiento de la piscina que debemos llevar a cabo para eliminar las algas están las siguientes.
Coge un cepillo y frota bien el suelo y las paredes para eliminar cualquier rastro de algo que pueda haber, incluso aunque no lo apreciemos a simple vista, pues hemos dicho que una vez que salen, se esparcen con rapidez.
Si los filtros del agua no funcionan bien, las impurezas del agua no serán eliminadas adecuadamente, haciendo que la piscina esté sucia y el agua se estanque.
Afortunadamente, hay tratamiento para las algas en la piscina. Lo que ocurre es que son tratamientos fuertes y, cuando lo utilices, tienes que protegerte bien. Se trata de un producto llamado dicloro, que actúa en 24 horas.
En Cool Pool somos expertos en el mantenimiento de la piscina y tenemos todo lo que necesitas para prevenir y eliminar las algas en la piscina de manera eficaz y rápida. Porque la piscina está para que la puedas disfrutar. ¿Tienes dudas o quieres que nos encarguemos de tener tu piscina siempre a punto? Contacta con nosotros.
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