Disfrutar de nuestra piscina en casa durante la temporada más calurosa del año es una estupenda forma de divertirse y pasar valioso tiempo en familia. Sin embargo, cuando el fin del verano llega, debemos saber cómo conservar y mantener nuestra piscina después del verano.
Es importante conocer algunas recomendaciones de gran utilidad que nos permitirán mantener nuestra piscina en perfectas condiciones cuando el verano se ha ido.
Aun cuando la piscina no se usa en las épocas de otoño e invierno, es necesario cuidar de ella. Y es que durante todo el año está expuesta a factores climáticos que pueden provocar daños en su estructura.
El mantenimiento y limpieza de la piscina es tan importante antes de prepararnos para su uso, como después del verano cuando se supone que no la vamos a utilizar por un buen tiempo. Del cuidado de la piscina después del verano dependerá su buen estado en el futuro.
Una preparación correcta para poner a invernar la piscina es de gran importancia, ya que no todas las piscinas y sus sistemas son iguales. Existen diferencias como la estructura, el tipo de agua (dulce o salada) y el proceso de desinfección.
Por supuesto las piscinas inflables solo se limpian bien, se pliegan, se secan y guardan en un lugar adecuado. Pero las piscinas fijas, permanecen todo el año y requieren de mayor dedicación en su cuidado después de la época estival.
Todas las piscinas se ven afectadas por el invernaje. Este es un proceso esencial, no solo para preservar las cualidades intrínsecas de nuestro estanque y todos sus equipos frente al mal tiempo y las bajas temperaturas. También para garantizar que el agua de buena calidad se mantenga a lo largo de las estaciones.
Cuando se protegen de forma adecuada sus instalaciones, y en particular las tuberías de agua, contra las heladas, podremos disfrutar de la piscina tan pronto como regresen los días soleados. Una vez culminada la época de verano, es el momento ideal para poner a invernar la piscina, cerrar la piscina y prepararla para el invierno.
Esta etapa esencial a menudo tiene lugar durante el otoño, pero puede retrasarse si los primeros días de invierno siguen siendo lo suficientemente suaves. Sin embargo, realmente no existe una fecha ideal, sabiendo que todos los inviernos son diferentes y que las temperaturas son muy variables de una región a otra.
Si se hace antes de que la temperatura llegue a 18° centígrados o menos se corre el riesgo de tener problemas. Esto se debe a que las algas proliferan en aguas con temperaturas cálidas. Y de aparecer en el agua por cerrar la piscina prematuramente, complicaría el sencillo proceso de preparación y mantenimiento de la piscina después del verano.
Estas son algunas recomendaciones que se deben tener para un mejor mantenimiento de nuestras piscinas después del verano:
Adecuar nuestra piscina de forma eficiente para el invierno, nos permite alargar su vida útil y las horas de placer futuro que puede brindarnos. Por eso, debemos preservar su estructura y su equipamiento (paredes, liner, bomba, etc.), para evitar el riesgo de heladas.
Además, independientemente del tipo de invernaje que se realice, podemos conservar parte del agua en perfecta calidad para el próximo año y así ahorrar a la hora de la puesta en marcha de nuestra piscina cuando vuelva el buen tiempo.
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