El verano es una estación propicia para ir a la playa o la piscina, salir de excursión al campo o a la montaña, hacer obras en la casa o reparaciones del coche, etc. Pero en los días soleados de verano hay que protegerse del sol, ya que la luz solar se recibe en su máxima intensidad.
La radiación solar en verano tiene una gran concentración de rayos UV, los cuales te pueden ocasionar quemaduras en la piel, si no tomas las debidas precauciones. Además, está comprobado que tomar el sol sin protección puede causarte cáncer en la piel. Por lo tanto, cuidar la piel será una tarea que no puedes descuidar en los días soleados de verano.
Aquí te daremos algunos consejos útiles para cuidar la piel, y puedas evitar las lesiones producidas por el sol.
¿Por qué es importante tomar el sol en los días de verano?
Tomar el sol es muy importante para la salud integral del cuerpo humano. La exposición al sol de la piel es imprescindible para la síntesis de la vitamina D, la cual favorece la absorción del calcio en los huesos. El calcio a su vez es fundamental para el desarrollo y fortalecimiento de los huesos.
Para este fin, se deberá tomar la precaución de protegerse del sol, tomando el mismo por un máximo de 15 minutos, antes de las 10 am. Por otra parte, puedes volver a tener una exposición al sol de 15 minutos, solamente después de las 4 pm.
Durante el invierno, debido a que la radiación solar es menos intensa, puedes aprovechar la misma solo durante hora y media aproximadamente.
Protegerse del sol para evitar una insolación
Los peligros de una inadecuada exposición al sol no terminan solo en las posibles quemaduras de la piel, sino también en una probable insolación. Esta afección requiere de una urgente atención médica.
Los síntomas de una insolación son mareos, vómitos, convulsiones, pérdida del conocimiento, dificultad para respirar, sudoración excesiva y piel enrojecida. En estos casos, la persona debe ser atendida por un médico para evitar complicaciones.
La insolación es un problema muy común en niños y adultos, durante las excursiones en la playa, el campo, la montaña, etc. La mayoría de las veces, la insolación se debe a una inadecuada protección contra el sol.
Protegerse del sol para evitar una deshidratación
Protegerse del sol es imprescindible para evitar la deshidratación, debido a una excesiva sudoración. Cuando perdemos más líquido del que nuestro cuerpo puede reponer, podemos caer en una deshidratación. Algunos de los síntomas de la deshidratación son debilidad, mareos y resequedad en la boca y en los ojos.
Los niños y los adultos mayores son las personas más propensas a deshidratarse. Por lo tanto, deberán protegerse del sol con especial dedicación y esmero, durante las excursiones y paseos en verano.
¿Cómo protegerse del sol en verano?
Si queremos evitar las molestas quemaduras del sol, la insolación o la deshidratación e incluso problemas más severos como el cáncer de piel, deberemos tomar medidas al respecto. A continuación explicaremos cada una de estas importantes medidas de prevención:
Permanecer en áreas sombreadas
Deberemos aprovechar la sombra de los arboles, estructuras y sombrillas. En verano, la radiación solar es tan fuerte que aún en sitios sombreados los rayos UV pueden llegar a broncear tu piel. Si tenemos que exponernos a la luz directa del sol, que sea durante cortos períodos de tiempo. Hay que intercalar los periodos de exposición directa con los tiempos en la sombra.
Emplear ropa adecuada para cuidar la piel
Las camisas manga larga y pantalones largos son los más adecuados para cuidar la piel cuando estamos expuestos al sol. Pero no todos los tejidos dan una adecuada protección. Solo las fibras de tejidos cerrados y gruesos tienen un mayor nivel de protección.
El poliéster y el rayón son lo tejidos más eficientes contra los rayos UV, en comparación con el algodón. Por otra parte, los colores oscuros de ropa absorben los rayos UV antes de que lleguen a la piel.
Algunos fabricantes de ropa especifican el factor de protección ultravioleta (FPU) de sus prendas de vestir. Por lo tanto, deberemos prestar atención a esta información para escoger la ropa que usaremos en verano.
Emplear gafas y sombrero contra los rayos UV
Será muy importante protegerse del sol la cabeza, la cara, las orejas, el cuello y los ojos. Con relación al sombrero, deberemos emplear aquellos de ala ancha y de fibra cerrada, que aseguren la mayor protección.
Por otra parte, las gafas para protegerse del sol son muy necesarias, ya que está comprobado que la exposición al sol de los ojos puede ocasionar cataratas. Tendremos que asegurarnos de emplear gafas con protección del 100 % contra los rayos UVA y UVB. Además, será recomendable que las gafas estén hechas con lentes polarizados, para disminuir los destellos y mejorar la visibilidad.
Utilizar cremas protectoras para tomar el sol
Para protegerse del sol mientras disfrutamos de la playa o la piscina, es imprescindible una crema protectora con un FPS igual o superior al 50 %. Esta la aplicaremos a todo el cuerpo cuando la piel esté seca, para mejorar la absorción por los poros. Pero no basta una sola aplicación, sino que después de cada baño deberemos aplicarnos la crema protectora nuevamente, después de secarnos la piel.
La radiación solar UVA y UVB, a parte del cáncer, también puede ocasionar envejecimiento de la piel. En este sentido, para cuidar la piel tendremos que ser comedidos y disfrutar del baño en las horas del día en que la radiación solar haya disminuido. Las cremas solares protectoras son de gran ayuda, pero no podemos pensar que estaremos absolutamente protegidos.
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