Tener una piscina en casa es todo un lujo. Sin embargo, esta requiere de una serie de cuidados y un mantenimiento específico para su uso. Una de las principales tareas que tendremos que hacer será iluminar la piscina de la manera más adecuada. De esta manera, no solo la vamos a poder aprovechar durante la noche, sino también resultará mucho más elegante, vistosa y llamativa.
Tipos de iluminación para la piscina
Hoy podemos encontrar diferentes tipos de focos para disponer de piscinas iluminadas. Estos focos se pueden dividir en 3 factores distintos:
- Según el tipo de lámpara: aquí nos encontramos con proyectores que funcionan como lámparas halógenas o la iluminación LED.
- Por el sistema de fijación: en este caso, tenemos los focos empotrados en la pared o los que se instalan sobre la superficie de la misma.
- Según el material de la piscina: el tipo de foco variará en función de la piscina en la que vaya a instalarse.
Ideas para iluminar la piscina
Hay muchas ideas que se pueden poner en práctica para iluminar la piscina. Algunas de ellas solo necesitan de la colocación de unas tiras LED o unos focos y no requieren de ningún tipo de obra. En otras quizás haya que realizar algunos pequeños trabajos. No obstante, cualquiera que sea la elección la piscina quedará iluminada para poder aprovecharla al máximo.
Lámparas y/o focos empotrables
La forma más tradicional de iluminar la piscina es utilizando lámparas y/o focos empotrables. Estos elementos se pueden colocar tanto en el interior como en el exterior de la piscina. Lo más recomendable es que tengan un nivel de protección IP68, ya que estas son las que podrán sumergirse durante más tiempo en el agua.
La tecnología actual permite que muchas de estas lámparas empotrables se pueden encender, apagar y ajustar la intensidad a distancia, ya sea con algún mando o con el mismo teléfono móvil.
Los focos proyectores
Los focos proyectores LED son, posiblemente, la opción más rápida, económica y sencilla para la iluminación de piscinas. En el mercado actual se pueden encontrar focos de diferentes potencias y temperaturas de color para adaptarlos a cada tipo de piscina. Además, hay focos RGB para crear efectos de colores muy llamativos sobre el agua de la piscina.
Lámparas flotantes
Las lámparas flotantes son un recurso que, además de además de iluminar la piscina, crean un efecto alegre, diferente y original. Son lámparas, fabricadas en un material aislante como el polietileno, que flotan y se desplazan por el agua para crear un juego de luces muy llamativo. Hay lámparas flotantes de diversos colores y suelen funcionar con baterías recargables.
Antes de comprar estas lámparas flotantes, es necesario comprobar el grado de protección IP que tienen. Así no se correrán riesgos en caso de que se sumerjan en el agua por alguna razón.
Iluminar los bordes de la piscina
Para iluminar el borde de la piscina, se pueden emplear tiras LED. Estas mismas tiras pueden servir para señalar el camino y que haya visibilidad si se camina de noche por el borde de la piscina. También son una muy buena opción para iluminar el espacio alrededor de la piscina, dándole un toque más llamativo y luminoso al espacio.
En los bordes de la piscina se pueden colocar también lámparas empotrables. La instalación de las mismas es muy sencilla y no requieren de mucho mantenimiento.
Aprovechar los elementos exteriores para iluminar la piscina
Si la piscina cuenta con elementos exteriores cercanos, se pueden aprovechar para instalar en ellos algún tipo de iluminación. Un árbol, una pérgola, una carpa, la pared o el tejado de una vivienda, etc. La forma en la que se coloquen las luces puede resultar interesante para aportar un nuevo toque de luz a la piscina.
Iluminar la piscina con una buena distribución de las luces
Por último, un consejo muy importante: es muy importante distribuir las luces por la piscina de forma correcta. De esta forma, no solo se logrará aumentar la iluminación de toda la zona sin que quede ningún espacio oscuro, sino también se conseguirá que la piscina aparezca mucho más elegante y llamativa.
Lo más recomendable suele ser colocar un foco por cada 20 metros cuadrados de superficie de agua. La ubicación de los focos podría ser a unos 70 centímetros de la parte superior de la piscina. De esta forma, iluminarán correctamente el interior y se podrá acceder a ellos desde el exterior siempre que sea necesario retirarlos.
En definitiva, iluminar la piscina no es nada complicado con los recursos y los métodos que tenemos en la actualidad. Hay luces especialmente indicadas para cualquier tipo de iluminación, hasta el punto de brindar un toque elegante y llamativo a la piscina. Es muy importante, eso sí, escoger la iluminación que mejor se adapte a las dimensiones de la piscina.